El final del verano y un otoño muy breve

Hay preguntas que no tienen respuestas, creo que ya alguna vez lo había escrito, buscar excusas no tiene sentido, aunque a veces me pregunto por qué lo inicié todo.

Tal vez para olvidar

Quizás necesitaba sentirme protegida

Lo más seguro es que me fascinó 

Me di cuenta de quién era en la segunda cita, un hombre inteligente, ambicioso, con sentido de poder, práctico, algunas lo catalogarían frio, casi malvado.

Me trataba con suavidad, aunque con firmeza, o tal vez con la exigencia de un te quiero aquí y ahora.

Yo solo sonreía, me encantaba sostenerle la mirada, para después estirarme cual gatita mimada, perderme en sus brazos y beberme sus labios con loco frenesí.

Ya después quiso compartir mis noches, mis fines de semana, se aferraba a mi cintura, cual niño caprichoso para decirme “No voy a dejarte ir”.

Hizo mucho para mantenerme a su lado, pero yo siempre supe que “todo” jamás sería suficiente, así que le dije adiós de una manera fría y determinante, haciéndolo enfurecer y negándonos un ojalá.

Eso fue todo….. el final de un verano y un otoño muy breve.

…………..

No tengo trabajo....... así es que fue un fin de año incierto, no obstante llevé a cabo mis planes de meses atrás, decidí realizar mi viaje al sureste, se me hizo necesaria una visita a Puerto Progreso, y este fin de mes viajare a Nueva York para celebrar mi cumpleaños en esa fría ciudad.

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Hace ya más de un año, cuando trataba de mil maneras de repararme, pensé que cuando  me enfrentara a aquel adiós inminente, seguramente dejaría de respirar, pero no fue así, busque algo de ese amor delirante, o ese odio infernal pero no había emociones, solo era un extraño esa última vez que lo miré.