Un año más

Con la mano en la cintura, el año pasado por allá de mediados de diciembre me decidí por tomar mis vacaciones.....

sipi.. Recien habíamos concluido el cierre contable del mes de noviembre, archivado todos los papeles de trabajo, y finiquitado lo referente a los impuestos, entre otras minucias...

Hacer este cierre fue particularmente difícil en virtud de que el área de servicios generales decidió que estaban en un buen momento para llevar a nuestro piso la remodelación, o séase que tuvimos que cambiarnos a un área con todos los escritorios apilados uno en seguida del otro y cajas de cartón por todos lados.

Igual apenas habíamos recibido del área de dictaminación la documentación correspondiente al mes de noviembre de las oficinas de Frankfurt, Bélgica, Suecia, Houston, Nueva York, Singapur, Taiwán, Hong Kong, Dubai y las 5 de Sudamérica, y con muchos trabajos la de octubre de Tokio, Corea, Shangai, Beijing, Londres, Paris, Milán y España ....haciendo cuentas faltaba el mes de diciembre de todas y noviembre de estas últimas.

De oficinas centrales nos habían entregado únicamente los 7 primeros días de diciembre, no más,... así es que en un grado de suma insensatez entre brindis y francachelas nos pusimos a registrar lo que teníamos a la mano y el 26 de diciembre guardamos lo que por obvias razones quedo pendiente e hicimos planes para cerrar la oficina y volvernos a ver el 5 de enero de este año.

Dejando todo esto atrás, el 28 de diciembre tomé mi vuelo a Campeche hice lo que tenía que hacer, para después rentar un carro y agarrar camino a Boca Paila en Tulúm.....

Puedo decir a ciencia cierta que recorrer viejos caminos desde Mérida pasando por Valladolid y un desvio a Izamal trajo tranquilidad a mi vida, sin embargo ya en el regreso y en mi afán por cortar camino a Campeche usando la ruta de Hopelchen me perdí....sipi, cuando me di cuenta estaba a 40 kilómetros de Felipe Carrillo Puerto....pues jamás, jamás, encontré la desviación a Uxmal, esto hizo que mi viaje de regreso fuera apresurado apenas y con una hora de anticipación en el aeropuerto para tomar mi vuelo de regreso y desde donde tuve que entregar el coche rentado.

Así el 4 de enero a las 11 de la noche y dejando atrás un día agotador se terminaron mis vacaciones.

El día siguiente me estrelló contra mi realidad, cuando llegué a mi nueva oficina, me encontré con todas las cajas amontonadas en una oficina remodelada a medias, lo cual no importo, así es que entre sonido de taladros, con una red provisional, gente cargando muebles, poniendo alfombras, moviendo cables y jornadas extenuantes, resultado de nuestra fresca decisión de tomar vacaciones, proseguimos con el cierre anual.

Aún y con todo, puedo decir a mi favor que de poco nos hubiera valido quedarnos, pues todas las demás áreas hicieron lo mismo que nosotros a excepción de aquella que tenía que hacer pagos, esto nos complicó más la situación, pues ya el 13 de enero a unos cuantos días para subir información a Hacienda, nosotros no habíamos podido concluir con la contabilidad de oficinas centrales para entregar el flujo de efectivo, mucho menos habíamos recibido la documentación de diciembre del extranjero.

Sin embargo entre empujones y jaleos con las áreas de tesorería y presupuesto pude entregar al Inge su preciado flujo de efectivo...uffff....presentar las declaraciones de impuestos y ya salvado ese punto, dedicarme por completo con las oficinas del extranjero.

Hoy tuve que entregar el cierre anual previo pues ya en febrero están con nosotros los auditores externos....el cierre de enero esta a la vuelta de la esquina y mi vida personal permanece arrumbada en un rincón, justo donde la puse el primer lunes de enero.

Sin embargo a riesgo de parecer narcisista hoy hago un alto para decir


"Feliz Cumpleaños a mi".