Cuando uno es mocho

Decía mi madre que uno es mocho cuando anda en la iglesia dándose golpes de pecho todos los días…como Doña Leovita que nadie podía sacarla de la parroquia del Pueblo pero en cuanto salía se convertía en una hija de la chingada.

Crecí con está idea durante la mayor parte de mi vida, y puedo decir que nunca fui mocha por convicción, sino porque la vida me hizo mocha…ni te rías…que es la neta…no es que ande metida en misa porque no creo en los sacerdotes y en la iglesia, bueno algunas son hermosas, nel nada de eso…. pero tiene rato que procuro estar bien con Dios….

Así es… fue en un momento de mi vida bien cabrón… que te puedo decir… ¿que el dolor me rompía el corazón?…naaaaa son mamadas…y son mamadas porque hay dolores tan insoportables que no awantan frases tan pendejas porque te podrían destrozar la razón….si es que alguna vez la tuviste…o quizás haya sido esquizofrenia hereditaria o pendejez extrema….o ve tu a saber…

Pero ahí estaba yo… en la condición de ¡¡no mames, que hago para dejar de sentir!!…cuando levante mis manitas y pedí no que se resolvieran mis estupideces…nel no soy tan wey…esas ni remedio tuvieran…si no, paz en la medida de las posibilidades de quien fuera.
¿Pasó algo?...no lo creo, ni deje de ser estúpida, cabrona mi mucho menos deje de estar loca…solo me sentí mejor…y en mis míseras condiciones era mucho decir.

Porque digo esto….Imaginemos que morí y estoy en las rejas del paraíso y ahí está San Pedrito quien tampoco me simpatiza demasiado…revisando mi hoja de vida…y que me dijera..aquí dice que no puedes entrar…y no vayas a creer que es porque has sido una hija de la chingada eso como quiera pasa… a huevo…No entras porque tienes un enorme pendiente….

¡¡Exacto!!….que me dices de ese ser que paso a ser un objeto inanimado guardado en el expediente de cosas sin importancia…¿quihubo??

Mi padre….ese borrachito que siempre llegaba a casa puteando…del que los únicos recuerdos que guardo es dando soberanas madrizas a mi hermano o a mi nada más para que no chillara por cualquier pendejada…el tipo que gastaba su dinero en sus famosísimas megapedas en la casa mientras mi madre conseguía fiado para darnos de tragar…o demás cosas peores que me pasaron o nos pasaron dignas del sillón de un psicoloco, je estas pendejo si crees que te voy a contar.

En fin…que el sábado mi madre me invitó a desayunar a la casa de la Samaritana…y entre que esto y que lo otro me contó de la cita en Centro Médico y del cáncer del viejito…

¿Qué se hace en estas situaciones?….¿se llora?...a mí se me acomodó un nudo en la garganta… ya no hablemos de deudas, nunca he renegado de lo mucho que le debo….Tal vez el haya pensado y todavía piense que fue un buen padre…¿Quién chingados sabe si se es buen padre?...

Pero ya me imagino caminando rumbo al infierno…con mi maletita en una mano…por no haber podido desempolvar el expediente denominado “mi padre”…..de las cosas sin importancia…

Comentarios

pez ha dicho que…
Lo que sí por lo general (casi) todos tenemos cola que nos pisen

O el que esté libre de culpa que tire la primera piedra

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