Cacería de víboras

Este fin de semana eché mi equipaje al hombro y me dirigí a la casa de mis padres..... lo sé, este año mis pasos me han llevado para allá más veces de las que quisiera....pero pues, ni hablar...siento que tengo la obligación de ver a mi Madre en lo que su pequeño retoño regresa del viejo mundo.....okey igual y sea algo más.....

Sin embargo habría que ver el frío ya casi invernal que azota por esos lugares.....sipi, a su reputisima madre....El domingo eran solo las 7:00 de la mañana y tuve que levantarme.... pues el frío no me permitió seguir durmiendo....así es que me vestí con una chamarra gruesa mi gorrito de colorcitos, y salí a caminar para dar fe de la helada acaecida durante la noche.... el sonido de mis pasos sobre el pasto cubierto de hielo me fascinó como siempre....

Me dirigí hacía el norte.... para admirar el paisaje inhóspito... esa casa colinda con el infinito de los campos de siembra... que por estas fechas se encuentra en algunas partes solo con pequeños montones de cañuelas secas pintadas de amarillo....

Dos enormes aves negras surcaban el cielo.... "Eso es un Gavilán"... me dijo la voz sabihonda de un pequeño hace muchísimos años... así es que soy incapaz de ponerla en duda....

Más allá en la lejanía pude observar dos enormes cerros... según comenta la gente ahora es guarida de maleantes... cuando era pequeña, caminar y trepar sobre sus rocas podía convertirse en una de mis actividades favoritas....

Así es que imaginé a una pequeña de 8 años.... con su sombrerito verde de tela ya descolorido regalo de en ese entonces su papito querido...y con sus pequeños botines igual de viejos... alistarse para su recorrido....en lo que ella llamaba una cacería de víboras....

Uy si, caminaba muy sigilosamente tratando de aguzar el oído para escuchar cualquier ruido que le indicara que un bicho de estos andaba cerca, igual gustaba husmear en los nidos para buscar huitlacoches.. un ave cuyo canto fascinaba a su momita, fueron muchos los que llevo y muchos los que murieron en su intento de llenarle de cantos la casa.....

Ya después en la tarde... con las piernas flacuchas todas raspadas... trepaba en el eucalipto en ese entonces para ella inmenso y subía hasta la última rama.... en donde permanecía hasta que llegaba la noche.... y en el cual ni los fuertes ventarrones de febrero la hacían desistir de la idea de que entre muchos ese era su lugar favorito....

hoy a 28 años de distancia... apostaría mi resto por saber lo que aquella pequeña entre sus aventuras diarias, pensaba o imaginaba de lo que sería su vida.....

O peor aún que pensaría de mi si ahora me viera....

Igual y patearía mi trasero... por no haber cumplido con sus expectativas....